Después de transcurrida una semana de la clausura de la XXVII Campaña de Educación Vial, tiempo que he necesitado para confirmar los que mis ojos vieron en los momentos finales del acto celebrado en la Casa Colón, deseo darlo a conocer para que alguien me diga que no ocurrió así.
1º.- Los chavales y chavalas de los CEIP San Fernando y Tartessos (unos 50) amenizaron con sus coreografías la clausura, actuando tres veces con gran éxito. No son profesionales ni siquiera tienen vocación de serlo. Se reunieron hace un par de meses y han estado ensayando en este tiempo, empleando su tiempo libre y algunas que otras horas lectivas, sólo con la ilusión de amenizar un acto donde acudirían sus familiares, amigos y compañeros, y que el nombre de su colegio se oyese una vez más en este acto. Así llevan haciéndolo desde hace nueve años el alumnado de Sexto de Primaria del CEIP Tartessos. Ya se ha convertido en una tradición. En una antorcha que se pasan de un año a otro al finalizar el curso académico.
Pues bien, los organizadores no han tenido el mínimo detalle con ellos. Eso si, se llevaron los aplausos del público y la satisfacción del deber cumplido un año más. Las placas se las dejaron para las personalidades que amenizaron el acto con su presencia en el último acto de la Clausura. (No voy a hacer propaganda de ellas. Ya nuestro Excmo Ayuntamiento se encargó de hacerla)
2º.- Rita y Chari, las responsables de preparar a estos chavales y chavalas tanto en baile, como en vestuario o diálogos; Tan sólo recibieron la satisfacción de ver como brillaban los ojos de sus alumnos y alumnas una vez terminada cada una de sus actuaciones. Las placas se las dejaron para las personalidades que amenizaron el acto con su presencia en el último acto de la Clausura. (No voy a hacer propaganda de ellas. Ya nuestro Excmo Ayuntamiento se encargó de hacerla)
3º.- Los colegios finalistas del Concurso de Preguntas sobre Educación Vial, tanto los primeros, como los segundos y terceros clasificados, recibieron una fotocopia, en color, de un diploma acreditando su puesto. Las placas se las dejaron para las personalidades que amenizaron el acto con su presencia en el último acto de la Clausura. (No voy a hacer propaganda de ellas. Ya nuestro Excmo Ayuntamiento se encargó de hacerla)
4º.- Los miembros de los equipos finalistas del concurso de Preguntas sobre Educación vial recibieron una bolsa de cartón, propaganda del Ayuntamiento, que contenía una medalla genérica, una pequeña linterna, una pelota de plástico y una neverita de plástico. Las placas se las dejaron para las personalidades que amenizaron el acto con su presencia en el último acto de la Clausura. (No voy a hacer propaganda de ellas. Ya nuestro Excmo Ayuntamiento se encargó de hacerla)
5º.- Los Finalistas del Concurso de Dibujo sobre Educación Vial tuvieron más suerte. Ellos se llevaron sendas bicicletas.
6º.- Los representantes de los patrocinadores del acto se llevaron unas bonitas placas en agradecimiento a la colaboración prestada (Es de buen nacido ser agradecido). Pero seguro que esa colaboración no es superior al tiempo empleado por los chavales y chavales para preparar los bailes; ni al tiempo empleado por Chari y Rita en preparar la coreografía, canciones, vestimentas…; ni al tiempo empleado por los miembros de los equipos finalistas; ni al tiempo empleado por sus preparadores; ni… Las “malas lenguas” dicen que las placas costaron tanto como el importe que pusieron los patrocinadores. O sea, que ellos mismos se pagaron sus placas. ¿Es eso verdad?
Hay crisis y tenemos que ahorrar. Y si los chavales y chavales se conforma con participar; sus preparadores y preparadoras en sentir la alegría de sus pupilos al finalizar sus respectivas actuaciones; y los patrocinadores colaborando en un acto cultural de su ciudad. ¿Por qué no se le entrega a todos y a todas unas fotocopias en color de un diploma agradeciendo su participación en la Clausura de la Campaña de Educación Vial?
7º.- Y un detalle que pocos conocen es que quienes pusieron gran parte de los regalos no subieron al escenario de la Casa Colón, ni recibieron placas, ni sus nombres se oyeron en la televisión municipal. Tan sólo colaboraron para que unos chavales y chavalas con sus familiares, amigos y compañeros disfrutasen en una jornada inolvidable para todas y todos. Las placas se las dejaron para otros. A ellos, GRACIAS.
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